Varias horas y días han pasado desde las últimas elecciones que ganó el gobierno en aras de reelegirse indefinidamente pasándole por encima a ese NO que le dijo el pueblo a la reforma aquel 2 de diciembre. Como dicen que hay que darle el tiempo al tiempo, y como nunca he tenido paciencia para nada, he aquí el resultado de ese tiempo que le dí, de incubación, reposo, no sé ni como llamarlo. Lo único que sé es una sola cosa:
La oposición no necesita un mesías, necesita un Bernbach.
¿Qué pasa? Perdimos unas elecciones, cosa que nos hará un bien enorme. Hubiésemos ganado y ya habrían empezado con la vaina de querer sacarlo porque reconozcamos: no hubiésemos tenido la paciencia para esperar hasta el 2012. Entonces, perdimos. Sí. Pero con esto asumimos un compromiso más importante, el de saber que las victorias contra los grandes hay que planificarlas, tener una buena estrategia, y sobretodo, estar preparados para asumir la victoria y la derrota, que no es más que el resultado de lo que se hizo previamente a esa elección.
Quedamos sumergidos en un escenario hermoso: el del segundo puesto.
En 1962, Bill Bernbach recibió en sus manos un escenario parecido. Hertz era el líder indiscutible en el negocio de carros para alquilar y Avis necesitaba hacer algo para ganar mercado, pues tenía apenas un 11% de la torta y cada vez tenían el agua más en el cuello y seguía subiendo. Estaban generando pérdida.
¿Qué hicieron? Hertz en el primer puesto se convirtió en su propia debilidad y el segundo puesto de Avis y su filosofía de “We try harder” hizo que el consumidor entendiera que ellos eran la mejor opción.
¿Por qué? Porque estando en el segundo puesto hay que intentarlo con más fuerza cuando uno no es el más grande.
Nosotros no nos podemos dar el lujo de hacer un mal trabajo en las pocas gobernaciones, alcaldías y demás cargos públicos.
No nos podemos dar el lujo de que haya corrupción en esas entidades.
No nos podemos dar el lujo de que los empleados de estas oficinas tengan que ir a las concentraciones uniformados de nuestros colores y amedrentándolos de pasar lista.
No nos podemos dar el lujo de tener la actitud del No. 1, que en palabras de Bernbach es “No hagas lo incorrecto, no cometas errores y estarás bien”, al contrario, tenemos que tener la actitud del No. 2 “Haz lo correcto. Busca nuevas maneras. Inténtalo con más ganas.”
La actitud del No. 2 ha sido la doctrina de Avis por hace casi 50 años. Ellos lo intentan con más ganas gracias a esa campaña que les diseñó Bernbach en DDB que en menos de un año les hizo tener ganancia y en cuatro años les hizo llegar a un 35% del market share.
Intentémoslo con más ganas. Ahora es que tenemos que trabajar más duro.
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