12.22.2006
carta al niño jesús - Laureano Márquez
Con todo mi respeto y admiración cito lo siguiente, espero que lo disfruten... vale la pena lo que escribe, lo que piensa, lo que dice Laureano Márquez. Humor inteligente, que te pone a pensar y va un poco más allá de todo lo demás y de todo lo que hacen los demás. A Laureano Márquez: una orquídea de diamante.
Laureano MÁRQUEZ
ND/ Tal Cual
Carta al Niño Jesús
Querido Niño Jesús:
Nótese que te estoy escribiendo a ti y no a Santa Claus, como muestra primera del ánimo de rectificación que motiva esta misiva. Este año no te voy a decir que me porté bien o mal. Mejor juzga Tú, que en silencio captas las huellas de nuestros corazones y conoces la verdad de nuestras más secretas intenciones.
He llegado a un punto de la vida en que no me apetece pedirte nada.
No sé si esto es producto de la sabiduría de los años o del desencanto y la falta de entusiasmo, pero más bien espero que en vez de traer, te lleves algunas cosas que, o bien están sobrando, o se nos han vuelto tan cotidianas que ya no cuestionamos su inutilidad ni el lastre que representan en nuestras vidas.
Por ejemplo: el carro. En Caracas, concretamente, se ha convertido en un estorbo insoportable.
El bienestar económico de los últimos años ha abarrotado la ciudad de vehículos, a tal punto, que hasta el propio Ilan ha dejado de cantar la canción “Voy de Petare, rumbo a La Pastora” porque ya no le sería suficiente un concierto completo para concluirla.
Pero no te ocupo con nimiedades.
Voy a lo esencial:
Sé que el año que viene tendrá sus dificultades, pero hasta donde alcanzo a recordar, todo año las ha tenido. Como en la película Brasil , nuestra complicación va teniendo pequeñas complicaciones. Dótanos de serenidad para sobrellevarlas. Cuando las angustias nos agobien recuérdanos que algún día el sol será una supernova y todo irremediablemente terminará y sólo quedará, como flotando en el espacio, el amor que pudimos dar y recibir.
Sólo una cosita sí te voy a pedir: Como en estas fechas todos tratamos de pasarla en el afecto de la familia, acuérdate de aquellos que en estos momentos están presos por sus opiniones políticas. No quiero amargarte la vida en el día de tu nacimiento, pero dentro de unos 33 años también estarás preso por tus opiniones políticas. Tú también serás chivo expiatorio.
Permite que esta gente recupere su libertad y pueda pasar la Navidad en sus hogares, rodeados del afecto de los suyos. Danos aunque sea esa señal.
Bueno, chamín, gracias por tu tiempo. Me despido hasta el año que viene. Ojalá que en estos días todos podamos comernos una hallaca en paz, que la estrella de la tolerancia brille en el firmamento venezolano como símbolo de la esperanza de redención que la Navidad ofrece.
PS: Se me olvidaba:
Mosca con Herodes, que te la tiene jurada, y con Pilatos, que tarde o temprano se lavará las manos.
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